Artículo: serie “Juego de Tronos”

El fenómeno ha llegado

PAULA OLVERA- La penúltima temporada de “Juego de Tronos” ha acabado recientemente y, una vez más, se ha vuelto a demostrar que esta serie es el gran fenómeno televisivo de la última década. HBO se ha ganado el cielo con esta producción cuya andadura tiene los capítulos contados para tristeza de su legión de seguidores. En 2011 comenzó la aventura de una ficción que es mucho más que una adaptación literaria y que se despedirá de la audiencia en su octava temporada. Las teorías sobre quién se sentará en el trono cada vez son mayores y más dispares, ahora sólo queda esperar mientras se saborea el recuerdo de una temporada que ha sido magnifica en muchos sentidos y que ha creado una moda en prácticamente casi todos los campos de la vida. Ya hay quien se llama Arya.

La locura por “Juego de Tronos” se ha trasladado hasta la propia piel de los acérrimos a esta serie. El merchandising de la ficción no es suficiente para un público que vive con emoción cada avance en los capítulos como si de una historia real se tratara. Cada vez son más los que se tatúan algún símbolo de la producción de HBO e incluso hay quien ha ido más allá y se ha inspirado en los personajes de la serie para poner el nombre a sus hijos. En España, mismamente, ya existen más de una centena de niñas que se llaman Arya. También hay pequeñas inscritas en el Registro Civil de nuestro país como Daenerys. Y esto acaba de empezar.

Hay series que marcan generaciones, el caso de “Juego de Tronos” es un claro ejemplo que pasará a la historia. Pero, ¿era previsible? Este drama fantástico está basado en las novelas “Canción de hielo y fuego” del escritor George R. R. Martin, aunque la serie ha duplicado el público de los libros. Cada vez que se estrena una nueva temporada parece que se paraliza el mundo. Después de tanto hermetismo en el rodaje, para preservar el futuro de los personajes, cada episodio se ha convertido en el tema de conversación del día siguiente entre jóvenes y no tan jóvenes. La diferencia de este título televisivo con otros muchos es que aquí todo puede pasar. Ningún protagonista tiene asegurada su continuidad. Es más, se trata de uno de los encantos de esta producción puesto que hay un montón de papeles principales que, de la noche a la mañana, dejan de serlo. (Atención, spoilers) Robb Stark, Joffrey Baratheon o Ygritte son sólo algunos ejemplos.

España ha servido de escenario para “Juego de Tronos” en numerosas ocasiones, un rodaje que ha aumentado las arcas del país debido al despliegue causado por este fenómeno social. La ficción desembarcó por primera vez en nuestro país en Andalucía. Así, por ejemplo, la plaza de toros de Osuna (Sevilla) se transformó en Meereen. Los personajes de la popular serie también grabaron en el Puente Romano de Córdoba y en el Alcázar de Sevilla. Pero aquí no terminan los destinos que eligió el equipo de "Juego de Tronos" para sus tramas: Almería, Navarra, Gerona y Cáceres, entre otras ciudades, también pueden presumir de formar parte del universo de esta serie. España es un país muy variopinto en paisajes, tradiciones y gastronomía que por fin recibe el reconocimiento que se merece.

No hay que olvidar que nos encontramos ante una serie que cada dos por tres revoluciona las redes sociales y se convierte en Trending Topic, ya sea por una escena de sexo, como la más popular de esta séptima temporada entre Jon Nieve y Daenerys, una batalla que es más épica que la anterior o un nuevo villano que, a última hora, se revela como el más malo malísimo. Por no hablar de los cameos que siempre dan que hablar virtualmente. Uno de los más sonados y recientes ha sido el del cantante británico Ed Sheeran que no ha agradado a parte de la audiencia.

La pregunta que el público se plantea ahora que la penúltima tanda de capítulos ha llegado a su fin es clara: ¿Cómo acabará el fenómeno del que todo el mundo habla? La respuesta la tendremos seguramente dentro de un par de años, mientras tanto, la ilusión continúa patente en cada uno de los seguidores de una serie que ha marcado un antes y un después en nuestros corazones.