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viernes, 22 de septiembre de 2017

Artículo: el machismo en el Periodismo

“El Periodismo reproduce los roles patriarcales que se dan en la sociedad”


VÍCTOR H. OSPINA- A pesar de que la Ley de Violencia de Género en su artículo 14 recoge que los “medios de comunicación fomentarán la protección y salvaguarda de la igualdad entre hombre y mujer, evitando toda discriminación entre ellos”, este principio no se cumple siempre en la profesión periodística. Sólo un 10,9% del total de mujeres ocupan puestos de dirección en los medios impresos a pesar de que más de la mitad de los y las periodistas con contrato son mujeres, según el Informe Anual de la Profesión Periodística del año 2015. La cifra de mujeres en el paro es mucho mayor que la de los hombres: 2.861 hombres desempleados frente a las 5.029 mujeres. Sobre las diferencias entre los hombres y las mujeres así como sobre el machismo en el Periodismo, ha versado el debate “Periodismo y mujer, ¿hay un techo de cristal". 

La charla, organizada por la Universidad Oberta de Catalunya y celebrada en el madrileño espacio Medialab Prado, ha contado con la participación de periodistas que ocupan puestos relevantes en sus medios: Virginia Alonso (Público), Magda Bandera (La Marea), Montserrat Domínguez (Huffintong Post) y Cristina Fallarás (Contexto).

Uno de los motivos que explican las diferencias entre ambos sexos es que a las mujeres se les ha considerado inferiores a los hombres desde antaño. Para Cristina Fallarás, las mujeres se enfrentan a una discriminación de clase y género. “En el momento que haces una reivindicación económica porque cobras menos pasas a enfrentarte económicamente al poder. Con mis directores, he vivido choques de clase. No de clase social, sino de clase trabajadora porque hago unas reclamaciones económicas como mujer que molestan a la empresa”. Cristina además ha contado la forma en la que se zanjaban las veces que hacía reclamaciones salariales: “Sí claro, vamos a ir a hablar al consejero para hablar de dinero”.

Virginia Alonso, por su parte, ha afirmado que en las redacciones hay mujeres, “pero según empiezas a mirar para arriba, desaparecen. Si las hay, se les ve como un agente extraño”. Fallarás ha asegurado que ha sido “testigo de ver cómo los demás ascienden. Y arriba puedes decidir, protestar. Estando abajo, no. Hay un tapón que nos impide a las mujeres avanzar”. Domínguez se ha sumado asegurando que “hay una resistencia pasiva a la hora de que una mujer ocupe altos cargos”. 

Alonso y Fallarás han relatado las actitudes machistas que han sufrido o que han visto en primera persona. Según Virginia Alonso: “tras tres portadas en las que las mujeres habían sido protagonistas, un periodista dijo: tenemos que sacar a un tío”. En palabras de Cristina Fallarás: “un día recibí un mensaje. Era de un político catalán que me había enviado una foto de su pene”.

La directora del Huffington Post, Montserrat Domínguez, ha descrito una cultura de compadreo existente en el Periodismo que lleva a que los hombres que ocupan puestos de dirección contraten a otros hombres para otros puestos de responsabilidad. Esta cultura no sólo limita sino que también cercena las aspiraciones de las mujeres en la profesión porque detrás de ella se esconde el machismo: el poder es cosa de hombres.

La directora del diario digital ha expresado que “el Periodismo reproduce los roles patriarcales que se dan en la sociedad en cualquier otra actividad económica”. Cree que esos roles garantizan que haya un status quo y que no se avance en la igualdad.

Domínguez ha asegurado que hay una mochila o tendencia que convierte en sospechosas a las mujeres cuando ocupan un cargo de responsabilidad. En esos casos, se tiende a devaluar el puesto que ocupa. Las ponentes lamentan que esto se debe a que el poder lo ocupan los hombres, mientras que el de la mujer ha sido el cuidado de los hijos, según Ana Requena Aguilar, periodista de eldiario.es.

Los roles machistas y la falta de perspectiva de género a la hora de informar terminan contaminando el producto editorial. Uno de los casos que se han debatido ha sido el tratamiento informativo del proceso judicial de Juana Rivas. Cristina Fallarás ha acusado a algunos medios que presentaron una imagen blanca de una persona que ha sido condenada por violencia de género. También se ha criticado la cobertura de un caso de violencia de género de una mujer en Sevilla. Fue apuñalada y agencias y medios tildaron este suceso de “reyerta familiar”. Magda Bandera, impulsora del Decálogo para el tratamiento informativo de la violencia machista, ha defendido el papel de la educación con perspectiva de género que permita a los periodistas abordar estas informaciones con precisión.

Fallarás ha afirmado que la crisis económica se ha llevado por delante muchas de las reivindicaciones que se hacían al comienzo de la crisis. Hay que recordar que, en su paso por ADN, impulsó que se instalaran guarderías en las redacciones para las periodistas con hijos. Para ella es imperativo que las mujeres se organicen tanto ellas como el mensaje y respondan a las actitudes machistas que se dan dentro y fuera del Periodismo. “Hasta que no haya una conciencia de que las mujeres están discriminadas, no habrá en cambio”. Para Alonso, se trata de una cuestión de influencia. Si las mujeres que estamos en los medios no conseguimos influencia, la situación no va a cambiar”.

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