Crónica: Monumento a Alfonso XII

 Una mirada de 360 grados

PAULA OLVERA- Todo buen gato ha tomado un bocadillo de calamares en la plaza Mayor, ha paseado por la Gran Vía, ha inmortalizado la estatua del Oso y el Madroño, ha comprado artículos de lo más variopintos en el Rastro, se ha dado un atracón de churros en la Chocolatería San Ginés o ha alquilado una barca en el Parque del Retiro. Sin embargo, ¿cuántos conocíais que en este enorme jardín el Monumento a Alfonso XII, ubicado justo donde se abre paso el gran lago artificial, tiene un mirador visitable? Si bien esta construcción, que en 2022 celebró su centésimo aniversario, es uno de los lugares más fotografiados por los turistas, merece establecer el acceso a la torre como un plan imprescindible para quienes verdaderamente se quieran empapar de Madrid y de su historia.  

Para descubrir en todo su esplendor el Monumento a Alfonso XII os recomiendo que estéis pendientes de la próxima convocatoria de Pasea Madrid. Se trata de un programa de visitas guiadas puesto en marcha por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid. Pese a que los recorridos varían periódicamente, con el objetivo de acercar a los ciudadanos el diverso patrimonio histórico, una de las actividades habituales es la visita a este conjunto escultórico y arquitectónico que rinde homenaje al rey Alfonso XII, fallecido prematuramente en 1885 víctima de la tuberculosis, y se inspira en los realizados a Víctor Manuel II en Roma y a Guillermo I en Berlín. 

Tras concurso público, la obra en su conjunto, cuya construcción comenzó en 1902 y finalizó en 1922, fue diseñada por el arquitecto catalán José Grases Riera (quien moriría antes de la inauguración definitiva). Y es que fue el único que propuso levantar el monumento en el Estanque del Retiro. Cabe subrayar igualmente que Mariano Benlliure, autor también de la escultura de Goya que se encuentra junto al Museo del Prado, fue el encargado de realizar la estatua ecuestre.

El Monumento a Alfonso XII, que por cierto fue inaugurado por Alfonso XIII, preside el estanque del parque más conocido de Madrid y está compuesto por un hemiciclo con dos galerías que contienen 19 pares de columnas cada una en las que, todo sea dicho, se representan los escudos de cada una de las provincias españolas. En los extremos hay cuatro figuras: la Agricultura, el Comercio y la Industria, las Artes y las Ciencias. Asimismo, la decoración del conjunto se completa con esculturas de leones. En el centro se localiza una torre sobre la que se erige la estatua ecuestre del monarca vestido de capitán general de los ejércitos empuñando un sable con la mano derecha. A sus pies, una escalinata desciende hasta la misma orilla del lago y, ya casi sobre el agua, se ubican otras cuatro esculturas de sirenas hechas en bronce.

Lo más curioso es que muchas personas desconocen que la torre cuenta con un mirador con cubierta de bronce bajo la estatua, ésta de más de 20 metros de altura, que ofrece una visión 360 grados pues dispone de ventanales a los cuatro lados. Así, desde las alturas se puede contemplar el Barrio de Salamanca, el Barrio de las Letras o el Faro de Moncloa. Ahora bien, os advierto que para disfrutar de estas vistas hay que subir 97 escalones, sin posibilidad de ascensor, y que la visita se realiza en grupos reducidos pues el espacio en el interior del monumento es pequeño.

En definitiva, visitar el mirador del Monumento a Alfonso XII te muestra no solo otra perspectiva del Parque del Retiro sino también de Madrid que se os quedará grabada por siempre en la memoria.