Crónica: Jaén

El viaje está en tus manos

PAULA OLVERA- Si entre los propósitos de Año Nuevo se encuentran más planes de viaje en vuestra agenda, ¿a qué esperáis para confeccionar el listado de destinos? Yo he apostado por el turismo nacional de interior, tomando como punto de partida Jaén pues tenía muchas ganas de pisar la tierra del aceite de oliva y descubrir su antiquísimo patrimonio. Y es que pese a que no atesora el protagonismo que se merece, tiene muchísimo que ofrecer a los turistas a nivel histórico, cultural y gastronómico, siendo además la naturaleza uno de sus mayores atractivos. Que sea la puerta de entrada a Andalucía, limitando con Córdoba al oeste y con Granada al sur, también supone un plus para hacer un alto en el camino y efectuar una ruta muy completa por un entorno auténtico.

Soy madrileña, pero siempre he reconocido que una parte de mi corazón vive permanentemente en los atardeceres de Huelva. Me gusta Andalucía y la verdad es que solo me faltaba por conocer Jaén donde es vox populi​​ que se vive la Semana Santa con gran fervor (de hecho, existe una aplicación para el móvil llamada Pasión en Jaén que ofrece la posición geolocalizada en tiempo real de cada una de las cofradías y hermandades).

Si bien en otras ocasiones opto por alojarme en un hotel, esta vez he apostado por el Apartamento boutique Jaén que goza de una buena ubicación, aunque pertenece a un barrio en el que resulta complicado aparcar el vehículo. Pese a que se trata de una vivienda pequeña, presenta todo tipo de comodidades con una cocina completamente equipada con utensilios y productos de limpieza.

Soy de las que planifica los viajes con antelación y aprovecha los free tours para conocer de la mano de un guía perspectivas diferentes de las ciudades que visito. En el caso de Jaén, he optado por un recorrido gratuito organizado por Civitatis (aunque al final he pagado la voluntad por el buen hacer durante un trayecto que ha durado una hora y media). Una ruta a pie que ha comenzado en la plaza de la Constitución y que me ha permitido contemplar sus principales monumentos como la catedral de la Asunción y pasear por sus bonitas plazas, entre ellas la plaza de los Naranjos en la que se homenajea al poeta Miguel Hernández.

Durante mi viaje a Jaén no solo he comprado una botella de aceite de oliva, también he podido acercarme al Santuario de Nuestro Padre Jesús Nazareno donde se venera la imagen del conocido como El Abuelo y penetrar en el palacio del Condestable Iranzo, concretamente en el Salón Mudéjar.

Y si la capital atesora rincones con una gran riqueza histórica nacida de la existencia de las culturas cristiana, judía y musulmana, lo cierto es que hay ciudades a su alrededor preciosas que también os aconsejo que visitéis. Especialmente Úbeda y Baeza que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se pueden conocer en un mismo día pues apenas las separan unos pocos kilómetros. De Úbeda lo que más me ha gustado ha sido el Museo Arqueológico situado en un edificio mudéjar del siglo XIV, además de localizar en el número 20 de la plaza Primero de Mayo la placa que muestra donde vivió el cantautor Joaquín Sabina. De Baeza lo que más me ha asombrado es la fuente de la Plaza de Santa María que, por si es de vuestro interés, fue construida en el año 1564 para conmemorar la llegada del agua a esta ciudad.

Jaén tiene una posición tan privilegia que en apenas una hora y media te puedes plantar en la costa de Granada, concretamente en Motril donde, dicho sea de paso, he probado por primera vez la leche rizada de la Heladería Perandrés además de mojarme los pies en la orilla de la playa Calahonda. Cabe destacar que de aquí a Nerja (Málaga) hay apenas media hora de distancia en coche y es un pueblo precioso que alberga el Balcón de Europa el cual concede unas increíbles vistas hacia África. Ahora que podéis planear otra excursión de un día desde Jaén a Almería, concretamente a Aguadulce como he hecho yo, aunque reconozco que se gastan unas cuantas horas entre ida y vuelta.

En resumen, Jaén es mucho más que la tierra del oro líquido. ¿A qué esperáis para incluirla en vuestros destinos predilectos de este 2024?