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martes, 29 de agosto de 2023

Entrevista: Carlos Lozano Ascencio

“Yo suelo decir que saco tiempo de debajo de las piedras para escribir novelas”

PAULA OLVERA-Carlos Lozano Ascencio es licenciado en Comunicación Social por la Universidad Nacional Autónoma de México y Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad es profesor titular en el área de Periodismo de la Universidad Rey Juan Carlos y director del máster de Periodismo Cultural y Nuevas Tendencias de la misma institución. Lo más curioso, sin embargo, es que este mexicano compagina su faceta académica con su proyecto más personal como escritor. En “La contra-corriente del Golfo” aúna varias novelas no seriadas que tienen en común contar historias en las que los personajes transitan de una orilla a otra del Atlántico: “Ana desde hace tiempo”, “Laida no es mi nombre”, “El pintor de aguacates” y la que actualmente promociona que se trata de “El piano es para Berta”.

P: Actualmente te encuentras en plena promoción de la novela “El piano es para Berta”. ¿Podrías resumirnos la historia?

R: Cuento la historia de una mujer a la que no le brindaron la oportunidad de elegir y, por lo tanto, nunca tuvo sueños que le permitieran llegar más allá de lo que significa sobrevivir sin despegar los pies de la tierra. Todo comienza en la sala de espera de la unidad de cuidados intensivos del hospital Gregorio Marañón, cuatro días después del atentado terrorista de 2004 en Madrid. Berta espera a que su hijo Remigio despierte de un coma después de que las explosiones de los trenes de Cercanías lo alcanzaran en los andenes de la estación de Atocha. La tensa espera sirve para conocer las historias de sus desastres familiares.

P: ¿Por qué es una buena lectura para este verano?

R: El verano es una buena época para que nuestras lecturas crezcan y se intensifiquen. A mí me atrapan los libros que tienen títulos, cubiertas y propuestas sugerentes. Esta novela, además de sugestiva, se lee rápido y las historias que se cuentan te conducen hasta la última página.

P: Has confesado públicamente que esta novela ha tenido muchos títulos hasta llegar al definitivo. ¿Cuáles? ¿Por qué finalmente te has decantado por “El piano es para Berta”?

R: Desde el principio esta novela tuvo varios títulos: “Me soñé con Vera”, “Balada para una mujer tumbada en un piano”, “Sueños y desastres”, “Luz al final de un sueño”, “El piano y la caracola”, “Soñar sin partituras” ... El título definitivo se fraguó cuando la protagonista, a pesar de no saber tocarlo, eligió quedarse con el piano en el momento en que se dio cuenta de que se trataba de un objeto que siempre estuvo ahí, sonando muy cerca de ella y a lo largo de toda su vida.

P: Al hilo de la anterior cuestión, ¿en qué momento de tu proceso creativo eliges el título de una novela?

R: Yo siempre necesito un título para trabajar, aunque sepa que no vaya a ser el definitivo. Es verdad que, según va creciendo la obra, el título puede sufrir muchos ajustes hasta encontrar el que funcione mejor. Y esto no solo me pasa con los títulos de las novelas, también me sucede con los nombres de los personajes.

P: ¿“El piano es parta Berta” se engloba en la saga “La contra-corriente del Golfo”?

R: Así es. Se trata de un proyecto literario personal con el que quiero narrar mi sincretismo cultural como mexicano en España y como observador-relator participante del contexto social que me ha tocado vivir.

P: ¿Qué punto en común tienen tus cuatro novelas autopublicadas?

R: En todas se suelen abordar historias y personajes que van de ida y vuelta entre México y España. Piensa que entre ambos países, históricamente, han existido muchos temas comunes, pero no necesariamente conocemos todos esos temas, ni reparamos en que muchas veces interpretamos el mismo asunto de manera muy diferente. Mis novelas, en concreto, no estás seriadas. Se habla de personajes diferentes que se desenvuelven en situaciones diferentes. Los lectores no tienen por qué acercarse a las novelas en el orden de publicación. Cualquier novela puede convertirse en puerta de entrada o de enlace.

P: En tus historias sueles hacer referencia a hechos históricos, ambientando ahora “El piano es para Berta” en una fecha tan recordada como el 11M. ¿Cómo recuerdas el que fue uno de los peores atentados de la historia reciente de España?

R: Uno de los personajes está en los andenes de la estación de Atocha cuando ocurren las explosiones de los trenes de cercanías y lo llevan a un hospital en estado de coma. Durante esa larga espera el lector tiene la oportunidad de conocer la historia, las ilusiones y las desesperanzas de todos los personajes que aparecen en la novela. Por mi formación periodística siempre intento abordar y relatar el acontecer más relevante. Piensa que en marzo de 2024 se cumplirán veinte años del peor atentado terrorista que ha padecido España y creo que ese tipo de acontecimientos no deberíamos convertirlo solo en un reclamo político para sacarle réditos electorales, ni tampoco deberíamos olvidarlo como un hecho anclado en el pasado. Lo importante es recordarlo con dignidad (en mi caso, utilizando la literatura), para mantenerlo vigente y, sobre todo, para que las futuras generaciones no lo ignoren.

P: Eres el director del máster de Periodismo Cultural y Nuevas Tendencias de la Universidad Rey Juan Carlos. ¿Te consta que tus alumnos sean unos apasionados de la lectura y que, incluso, hayan leído alguna de tus novelas?

R: Muchos alumnos que se matriculan en el máster, efectivamente, son unos apasionados de la lectura y la escritura. Yo imparto un taller de escritura creativa en donde ponemos en práctica toda clase de técnicas narrativas. Los alumnos saben que soy novelista y los invito a que se acerquen y conozcan en la web los materiales que autopublico. Sé que varios alumnos me han leído, otros me han entrevistado para sus blogs literarios y algunos, incluso, han escrito alguna reseña.

P: ¿Qué recomendaciones les darías a aquellos alumnos que quieran autopublicar su primer libro?

R: La autopublicación es una alternativa a las ediciones convencionales. Esta opción tiene tantas o más dificultades que cuando se accede a la industria editorial porque en la autopublicación no se puede ni se debe renunciar a la profesionalidad. Se difunde una versión falsa en la que se hace creer que quienes autopublicamos lanzamos al mercado productos de baja calidad literaria. Mi mejor recomendación es probar las dos opciones y aprender de las experiencias. Lo importante es ofrecer buenos libros y, sobre todo, contar buenas historias.

P: Teniendo en cuenta las horas que te ocupa tu trabajo académico, ¿puedes diariamente dedicarte a tu faceta literaria?

R: Yo suelo decir que saco tiempo de debajo de las piedras para escribir novelas. Es verdad que no tengo la disponibilidad que me gustaría, pero intento aprovechar al máximo para no descuidar este oficio que no deja de sorprenderme y de darme muchas satisfacciones.

P: La pregunta que todos tus seguidores se harán ahora: ¿Hay ya una quinta novela cocinándose a fuego lento?

R: Sí, por supuesto. Te diría más: ya está escrita una primera versión y, por cierto, todavía con varios títulos en el cuaderno de notas.

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