Crítica: obra “Cádiz”

Las amistades se reciclan

PAULA OLVERA- Madrid en verano se vacía de gente, pero lo cierto es que la capital ofrece muchos planes y actividades que la convierten en un gran reclamo, sobre todo, durante el mes de agosto. La oferta cultural es muy amplia, desde conciertos, cine al aire libre, parques temáticos, museos y, por supuesto, teatro. Una de las obras que recomiendo para viajar sin moverse de la butaca es “Cádiz” que se representa en el vetusto Teatro Lara ubicado en el número 15 de la Corredera Baja de San Pablo. Se trata de una función genuina que no ha perdido un ápice de gracia pese a estrenarse por primera vez en 2019. Bart Santana, Nacho López y Fran Nortes bordan los papeles de tres amigos en plena crisis existencial en esta refrescante comedia que ahonda en el dolor desde un humor blanco que provoca risas sanas.

“Cádiz” es un poco la historia de mi vida y estoy segura que de la vuestra también pues presenta a tres amigos, Eugenio, Adrián y Miguel, que son esa familia que eliges, cada una de esas amistades que consideras verdaderas y que conservas como un tesoro hasta que, en un momento determinado, pierdes la conexión. En este punto de diferencia de caracteres y madurez aparecen los personajes sobre las tablas y, aunque al principio cuesta cogerle el tranquillo a la trama porque algunos nombres se pierden en el contexto, lo cierto es que se capta rápidamente que los tres protagonistas tienen una visión distinta del mundo, pero hay una relación muy especial que les une y que se convierte en el hilo conductor.

En plena barrera de los cuarenta a Eugenio le atormenta el futuro, Adrián piensa exclusivamente en el presente y Miguel vive anclado en el pasado incapaz de independizarse de casa de sus padres. A este respecto, el guion es funcional y está muy bien resuelto poniendo especial énfasis en la celebración de la amistad y cómo las crisis entre amigos se pueden solucionar. Para ello, aporta un toque nostálgico final haciendo referencia a los buenos momentos surgidos en los viajes de vacaciones que luego se quedan en el recuerdo. Sin embargo, por mucho que en la función se mencione a Cádiz, la verdadera travesía es la que están haciendo los personajes mostrando al público su vulnerabilidad y cómo se enfrentan a los problemas.

En relación con esto, “Cádiz” es una obra enfocada en la amistad y en el paso del tiempo de esta relación y cómo ésta se puede resentir, pero luego se mantiene pues los verdaderos amigos permanecen unidos a pesar de las crisis y los cambios vitales. Por tanto, se exhibe como una comedia de situación muy graciosa donde cada individuo va pasando por sus propias etapas.

Que “Cádiz” se convierta es la comedia perfecta, en un montaje enfocado a la risa, divertido y fresco, es precisamente porque los tres actores están en estado de gracia. Fran Nortes, de hecho, se encuentra al frente de la dramaturgia y también en el equipo artístico poniendo en valor que en la mayoría de las ocasiones estructurar una pieza sencilla no implica que sea más fácil de ejecutar. Es más, resulta al revés puesto que, si tenemos en cuenta que esta obra lleva tiempo en el Teatro Lara, se nota que los intérpretes hacen un gran esfuerzo para que se sienta viva a pesar de lo mucho que han trabajado y repetido el texto. De este modo, sus risas sobre el escenario se perciben naturales como si fuera la primera vez que uno de los actores, por ejemplo, enseña el trasero delante de los espectadores.

Por cierto, la interacción con el público es la justa. Personalmente, no me gusta que en las funciones se rompa la cuarta pared, disfruto siendo una asistente pasiva, pero me ha agradado la complicidad que los actores de “Cádiz” crean con los asistentes porque no nos ignoran e incluso la actuación continúa en el patio de butacas. Esta circunstancia consigue que no estemos tan pendientes de una escenografía escasa, pero cuidada. Y es que son los propios protagonistas los que juegan con los cambios de escenario en directo mientras uno de ellos narra. Algo que me parece interesante dado que los tres actores mantienen muy bien el peso de la trama e incluso consiguen que no necesitemos ver físicamente a otros personajes que se mencionan en la historia. Al fin y al cabo, ni falta que hace porque “Cádiz” versa sobre unos amigos siendo los tres capaces de divertirnos con un humor nada polémico y enfocado a todas las edades. De hecho, hay frases pronunciadas por Bart Santana, Nacho López y Fran Nortes que tienen la misma guasa que la hilarante puesta en escena del trío que es algo que enrique mucho.

En resumen, la sensación de viajar a “Cádiz” ha sido positiva pues es una obra para recordar. Así que, ya sabéis, este verano la playa nos queda más cerca en la sala Cándido Lara.