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martes, 18 de octubre de 2022

Crítica: “La historia interminable, El Musical”

Musical brillante y convincente

PAULA OLVERA- Si vosotros también sois de los que se os eriza la piel con tan solo escuchar “Turn around, look at what you see…”, la letra de “Never Ending Story”, os aconsejo que saquéis vuestras entradas para “La historia interminable, El Musical” que desde finales de septiembre se representa con gusto en el Teatro Calderón. La música en directo, la recreación de un mundo de fantasía sobre las tablas, y las actuaciones de los protagonistas (¡vaya voces tienen quienes encarnan a Bastian y Atreyu!) son las principales fortalezas de esta función que sorprende a cada segundo y que invita a soñar a unas cuantas generaciones. Porque cuando crees que ya no hay nada que pueda asombrar más, el equipo creativo exhibe su as bajo la manga haciendo honor a la premisa de que la imaginación es el arma más poderosa

Por chocante que resulte, la película del género fantástico “La historia interminable”, basada en la novela homónima de Michael Ende, se estrenó hace ya casi cuatro décadas, concretamente el 6 de abril de 1984. Así que para una generación al completo es un auténtico regalo regresar al Reino de Fantasia (sí, Fantasia sin tilde) gracias a este espectáculo inolvidable donde la música, la magia y los efectos especiales os conquistarán rápidamente. Porque nada más pisar el Teatro Calderón y apreciar la escenografía, cualquiera puede imaginar que algo grande está a punto de suceder.

Recientemente disfruté nuevamente en HBO de la película dirigida por Wolfgang Petersen y, además de impactarme como la primera vez la muerte del caballo Ártax (sigue siendo una de las escenas más icónicas de la historia del cine), aprecié algunos detalles que me pasaron inadvertidos de pequeña y que la representación con música de Iván Macías y letra de Félix Amador captura muy bien. Sobre todo, “La historia interminable, El Musical” recoge la importancia de cultivar la imaginación, subrayando que no existen límites para la fantasía. Además, expone un necesario mensaje de valentía frente al acoso escolar.

La representación arranca por todo lo alto, con un número que presenta al pequeño Bastian quien sufre frecuentemente los abusos de sus compañeros de clase y que se refugia en la lectura, concretamente en un libro protagonizado por el intrépido guerrero Atreyu que ha sido elegido para salvar el Reino de Fantasia de La Nada y, en consecuencia, a la Emperatriz Infantil. El musical permanece fiel al clásico desde el arranque, sumergiéndonos en un mundo repleto de color y seres fantásticos. La primera parte, especialmente, resulta hipnótica, y los enérgicos aplausos de los asistentes inundan el espacio como muestra de la buena acogida. Y es que la función, aunque después del descanso se hace un tanto pesada, logra empatizar sobre todo con la generación de los ochenta a ritmo de buenas canciones, un decorado espectacular, una inesperada combinación de elementos de la naturaleza como fuego, nieve, lluvia y niebla y unos personajes sumamente entrañables.

Si bien la puesta en escena del dragón blanco Fújur es espectacular, a mí personalmente me impacta más la recreación del caballo Artax. Parece un corcel real. Mucho más que un personaje animatrónico, desde luego. Asimismo, la presencia de Morla, una tortuga gigante con la que conversa Atreyu, aporta un plus a la representación. Es más, gusta tanto la criatura como la propia actriz que aparece a su lado poniendo la nota de arte a la historia.

Siempre digo que un musical es fruto de un trabajo conjunto y en esta representación concretamente se nota la pasión que le ha puesto el coreógrafo Federico Barrios Fierro para dar ritmo a la historia con los sucesivos bailes y el ímpetu de Felipe Ramos que cumple con creces su papel como diseñador de iluminación. Asimismo, al frente de la caracterización y peluquería Aarón Domínguez demuestra que todo es creíble con un poco de chapa y pintura. Y es que, os cuento un secreto, las encargadas de interpretar a Bastian son todas chicas. Como dato, Antonio Belart también juega en otra liga como diseñador de vestuario: se han creado 150 trajes y 93 pelucas de pelo natural con el fin de trasladarnos desde el mundo real al imaginario sin movernos de la butaca.

Si bien este título de beon Entertainment ya nos invita a volar, quiero destacar que detrás de esta gran producción musical hay auténticas historias de esperanza que hacen todavía más atractivo el espectáculo. Os comparto un ejemplo. El día anterior al primer paso previo tuve la oportunidad de hablar con la madre de Noelia Rincón, una de las adolescentes que encarna a Bastian, y descubrí la ilusión con la que afronta alguien tan joven una representación de esta envergadura. La chica tiene las ideas tan claras que se ha trasladado desde Moguer (Huelva) hasta Madrid para cumplir su sueño artístico.

En resumen, “La historia interminable, El Musical” desbloqueará vuestros mejores recuerdos en un cautivador viaje en el tiempo. Y lo hace rememorando los años ochenta, pero con una visión moderna de alta calidad artística y de producción. Sin duda, es un musical que marca la diferencia.

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