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martes, 11 de octubre de 2022

Crítica: “Mamma Mía! El musical”

Puro dinamismo

PAULA OLVERA- Tanto la película de 2008 “Mamma Mia!” como el musical homónimo recién estrenado en el Teatro Rialto dejan patente que nunca dejaremos de cantar y bailar las canciones del grupo ABBA sencillamente porque son icónicas. Desde "Waterloo" hasta "Dancing Queen", pasando por "Chiquitita" y “Money, Money, Money”, el mejor repertorio del grupo sueco se mantiene en tendencia gracias a una novedosa y espectacular superproducción que llena de alegría y color la Gran Vía madrileña. De la mano de Som Produce, productora de otros éxitos teatrales modernos como “Grease” o “Matilda”, esta función nos traslada a una idílica isla griega para resolver el misterio de quién es el verdadero padre de Sophie, la hija de Donna, y quién la llevará al altar el día de su boda con Sky.

Desde 1999 la adaptación sobre las tablas de “Mamma Mía!”, cimentando a partir de las canciones de una banda tan legendaria como ABBA, ha hecho las delicias de millones de espectadores en todo el mundo y ahora se asienta en Madrid con un fabuloso montaje dirigido por Juan Carlos Fisher que no pierde un ápice la esencia de la historia original. Y es que, valiéndose de los temas más populares del emblemático grupo sueco que ganó el Festival de Eurovisión el 6 de abril de 1974, la función nos acerca a la inquietud de Sophie tras encontrarse el antiguo diario de su madre y descubrir a tres hombres que podrían ser su padre: Sam, Harry y Bill. El caos está garantizado cuando aparecen en el hotel que regenta Donna estos tres antiguos amores tras recibir una significativa invitación de boda.

“Mamma Mía! El musical” os hará reír y os emocionará a partes iguales. La historia en sí misma es tan divertida y potente como conmovedora y ya te predispone a pasar un buen rato. Porque su enganche principal es abordar el lado más optimista y reconfortante de la vida. Sin embargo, se nota el esfuerzo del equipo por seguir sorprendiendo pese a que se trata de una superproducción tan conocida. Tanto es así que las coreografías, a cargo de Iker Karrera, resultan impresionantes. El cuerpo de baile hace latir el escenario, cada paso, cada movimiento, está perfectamente ejecutado y los aplausos se suceden con fundamento después de los números. Qué bonito descubrir cuántos artistas viven de sus sueños y cómo, cada vez más, se da oportunidades grandiosas a gente joven tan talentosa. Ahora bien, no solo los bailarines se ganan mi mayor admiración, sino que los integrantes principales del elenco también cautivan con sus interpretaciones y sus poderosos chorros de voz.

Lo cierto es que cada una de las actuaciones emboba, pero si tengo que destacar a alguien sería a la joven Gina Gonfaus, que da la talla en el papel de Sophie, y, por supuesto, a la actriz que se mete en la piel de Donna, Verónica Ronda, con la que es fácil empatizar como una de las tantas heroínas cotidianas que nos rodean en la realidad criando solas a sus hijos. Asimismo, e irremediablemente, se van los ojos hacia Jaime Zatarain porque encarna con carisma a un personaje tan crucial en la historia como es Sam. Igualmente, Mariola Peña, que interpreta a Tanya, se gana las risas cómplices de los espectadores con su buen hacer sobre el escenario.

La señal más inconfundible de que un musical ha calado entre los asistentes y apunta a fenómeno es que el público exprese que se ha quedado con ganas de más. Y “Mamma Mía! El musical” no solo consigue poner a los espectadores en pie, sino que les retiene en éxtasis durante unos cuantos minutos en un colofón apoteósico con las canciones de ABBA más pegadizas.

“Mamma Mía! El musical” desprende una energía muy bonita y suena mejor que nunca. Mi intuición me dice que esta creativa superproducción gustará tanto o más que aquella que desembarcó en el Teatro Lope de Vega de Madrid allá por 2004 y la cual se mantuvo en cartelera hasta 2011. Porque si bien las canciones permanecen inalterables, se aporta una visión más moderna, presentándose una nueva escenografía, novedosas coreografías, música en directo y un sonido tremendamente envolvente. Y hasta los protagonistas lucen un vestuario inédito. Es más, ya os adelanto que el mismísimo teatro se ha ambientado también para la ocasión trasladándonos directamente a la isla griega donde transcurre la historia.

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