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lunes, 2 de abril de 2018

Crónica: Harry Potter: The Exhibition

Alohomora


PAULA OLVERA- ¡Alohomora! “Harry Potter: The Exhibition” permanecerá en el pabellón 1 de Ifema, Institución Feria de Madrid, hasta este 2 de abril. Todavía quedan unas horas para descubrir el vestuario y los objetos empleados en la popular saga de “Harry Potter” que, desde otoño, lleva haciendo las delicias de miles de fans. Madrid ha sido la única ciudad española elegida para albergar esta muestra, de más de 1.400 metros cuadrados, dentro de su tour europeo. Cuánto ha llovido desde que, en 1997, J. K. Rowling publicara la novela de fantasía “Harry Potter y la piedra filosofal” y qué sencillo es ahora revivir la mágica historia acaecida en Hogwarts. Esta es vuestra última oportunidad para conocer los escenarios inspirados en la filmografía de “el niño que sobrevivió”.

“Harry Potter: The Exhibition” es un regalo para los seguidores del universo creado por la escritora británica J. K. Rowling. Como si de un sueño hecho realidad se tratara, fans y curiosos todavía están a tiempo de sumergirse en un mundo mágico que comienza de la mejor manera posible, con el Sombrero Seleccionador diciendo a algunos visitantes afortunados cuál es su casa en Hogwarts. ¿Vosotros sois más de Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw o Slytherin? Aquí encontraréis la respuesta.

A continuación, se presentan varias escenas emblemáticas de las películas que conforman la saga cinematográfica, la cual vino precedida del triunfo literario, hasta que por fin se abre una puerta enorme y los visitantes vislumbran una réplica del Expreso de Hogwarts. ¡Cuántos de nosotros hemos soñado con subirnos a uno de los vagones que llevan a la escuela (ficticia) de magia!

Hay que tener en cuenta que el boom de “Harry Potter: The Exhibition” llegó precedido de la sorpresa colectiva al descubrir varias esculturas a gran escala de la saga colocadas en puntos estratégicos de la capital. Entre las réplicas se encontraban el Sombrero Seleccionador, la escoba Nimbus 2000, el Ford Anglia azul volador y el elfo doméstico Dobby que también tiene su propia reproducción en la muestra.

Es recomendable disfrutar de la exposición con una audioguía porque explica detalles sobre el making of de las películas y, sobre todo, añade comentarios de los productores y demás expertos a medida que se recorre esta muestra donde se deja patente que el fenómeno fan continúa más vivo que nunca. Y que además es transgeneracional porque los libros y las películas han sido, y son consumidos, por personas de todas las edades.




La exposición podría haberse estructurado de forma más interactiva, no obstante los visitantes pueden pasárselo en grande lanzando una pelota Quaffle. ¡Cualquiera se siente como un auténtico jugador de Quidditch! Asimismo, los presentes tienen la posibilidad de extraer una chillona mandrágora de una maceta.



En esta muestra también se pueden encontrar varias de las localizaciones más populares de las películas, la más especial sin duda es la cabaña de Hagrid, el gigante guardián de los terrenos de Hogwarts. Muy atentos a su gigantesco sillón.

Hay que hacer una mención especial al vestuario empleado en esta popular filmografía que sirve para demostrar que además de los actores, que siempre son la cara visible de las películas, existen numerosos profesionales quienes, a través de sus disciplinas, hacen posible la puesta en marcha de las producciones. Este trabajo manual deja entrever cómo han cambiado los protagonistas ya que se exhiben las primeras ropas de Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson quienes interpretan a Harry Potter, Ron Weasley y Hermione respectivamente.

La exposición juega en todo momento con las luces y las sombras. La atmosfera en la que se presenta “Harry Potter: The Exhibition” es bastante oscura y misteriosa, quizás porque no todas las piezas se encuentren ciertamente curiosas o también para aportar realismo en el recorrido por el Bosque Prohibido y para presentar a varias de las criaturas fantásticas que fueron utilizadas durante el rodaje de la icónica saga, entre ellas el hipogrifo Buckbeak.

La exhibición, que sabe a poco para los seguidores más acérrimos de la saga, está totalmente recomendada a quienes deseen revivir las películas y quieran dejarse embriagar de nuevo por el hechizo mágico que hace más de dos décadas nos cautivó a todos. No hay que olvidarse que las piezas de la muestra son originales, es decir, que por ejemplo los trajes de la fiesta de Navidad presentados fueron en su día los empleados por los protagonistas.

El acceso a la exposición está muy bien organizado porque los visitantes se distribuyen en grupos cada media hora, es decir, los presentes tienen que estar a la hora señalada en la entrada. Para amenizar la espera, se puede hacer una fotografía de grupo con varios fondos característicos de la saga disponible a la salida de la exposición. Y es que la sorpresa final del recorrido es una tienda donde se pueden encontrar todo tipo de productos relacionados con las películas, desde varitas a túnicas, pasando por peluches y las famosas Grageas Bertie Bott. Eso sí, a precios desorbitados.



En breves, “Harry Potter: The Exhibition” cerrará sus puertas definitivamente y continuará su estela en Milán (Italia) a partir de mayo. Será entonces cuando el público practique el mítico encantamiento de apertura para que pronto se vuelva a organizar una exposición itinerante de estas características en nuestra capital.

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