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sábado, 23 de marzo de 2024

Crónica: Museo de la Luz

 Ilumina tu camino

PAULA OLVERA- Madrid, conocida por su riqueza cultural y su patrimonio histórico, ha añadido una alternativa más de entretenimiento con la inauguración del Museo de la Luz en pleno centro de la ciudad (Calle de Segovia, número 2). Este espacio ofrece a los visitantes una experiencia sensorial única y envolvente que explora el fascinante mundo de la luz y su impacto en nuestras vidas. En este marco, no solo busca entretener a aquellas personas que adoren tomarse fotografías en escenarios sorprendentes sino también educar pues profundiza en el campo de la óptica y la percepción visual. Con su enfoque innovador, promete iluminar las mentes de los visitantes dado que invita a imaginar y jugar en cada sala (eso sí, no está permitido tocar ni manipular focos ni las propias instalaciones)

Os recomiendo visitar el Museo de la Luz, pero primeramente quiero subrayaros que no tiene nada que ver con otros museos de la capital como el Museo del Prado, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo Thyssen-Bornemisza o el Museo Sorolla donde los visitantes acuden principalmente a contemplar las obras. Este espacio se asemeja más a Dream House, Nomad Museo Inmersivo o Ikono Madrid, es decir, se presenta como una experiencia inmersiva que, en este caso, explota el potencial de la luz como forma de expresión artística.

El precio de la entrada (para adultos tiene un coste de 14 euros de lunes a viernes y 15 euros los sábados, domingos y festivos) se justifica por la originalidad de la propuesta pues se trata del único museo en toda España dedicado exclusivamente al arte de la luz donde los visitantes son parte integral de la experiencia dado que en algunas salas vosotros lleváis el ritmo y la luz se mueve según vuestros movimientos.

Nada más llegar al museo, el personal (muy amable y atento, por cierto, porque te aconsejan sobre dónde colocarte para tomar las mejores fotografías) facilitan a los asistentes unos cubrezapatos desechables que se deben mantener durante una hora que es la duración aproximada de la visita en la que, todo sea dicho, experimentaréis constantemente con los efectos visuales.

Lo que más me ha gustado del Museo de la Luz son las instalaciones tecnológicas de vanguardia. En este sentido, entiendo que no esté permitido comer ni beber en el espacio porque todo permanece muy cuidado para que los visitantes podamos sacar el máximo partido a cada sala. Os aconsejo que antes de adentraros en cada una ellas os fijéis en los carteles explicativos para que podáis comprender mejor la experiencia. 

El recorrido se inicia con La pajarera, una estructura de hierro sin tratar compuesta por 80 metros de tira de led digital que da una sensación de profundidad infinitita y que asombrará especialmente a personas que, como yo, tengan vértigo. Muy cerca encontramos el Enjambre de filamentos que es una estructura de hierros negros reciclados que sorprende porque cuenta con 85 focos.

Ahora bien, el Caleidoscopio te deja con la boca abierta todavía más por el efecto tan mágico que genera una vez de adentras en su interior. Debido a la presencia de espejos, en las fotografías apareceréis multiplicados. La visita continúa con El ojo, una estructura de truss de 30 centímetros, y con Pixel Blinder que es muy divertido porque te detecta el cuerpo y puedes crear figuras de lo más singulares.

La piruleta seguro que gustará a los más pequeños porque esta estructura de hierro sin tratar evoca a la icónica chuchería. Tras resistir a la tentación, quiero daros un consejo antes de que os adentréis en El gallinero y es que la luz láser presente en este espacio podría causar daños permanentes en vuestros dispositivos móviles así que tenéis que tomaros las fotografías prestando mucha atención a esta área.

A pesar de que no voy a desvelar nada sobre El cubo os aseguro que alucinaréis. Es mi sala favorita junto a la de Traspasar la luz, formada por 1200 bombillas de led digital. Entre medias también disfrutaréis de Voiles y Like a star que está compuesta, básicamente, por 16 focos móviles. 

En resumen, si os interesa explorar la belleza de la luz en todas sus formas el Museo de la Luz os encantará. Y es que en este espacio seréis conscientes por primera vez en mucho tiempo del poder de la luz para crear atmósferas y ambientes de los más variopintos.

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