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domingo, 19 de diciembre de 2021

Crónica: San Sebastián

La perla del Cantábrico

PAULA OLVERA-Si tenéis vacaciones de Navidad por delante, y os apetece hacer una escapada, recomiendo viajar a San Sebastián. Aunque a continuación ofreceré algunas sugerencias para que aprovechéis al máximo vuestra estancia en esta ciudad del País Vasco, lo mejor que podéis hacer por Donostia (su nombre en euskera) es perderos a propósito y callejear. No tiene un casco antiguo muy grande así que es perfecto para recorrer las diferentes calles, repletas de ambiente, y contemplar los monumentos más emblemáticos. Si bien destaca como la tierra del pintxo, también se convierte en escenario de cine cada año, erigiéndose como un bello decorado para el desfile de estrellas nacionales e internacionales. En 2016 fue nombrada Capital Europea de la Cultura y con buen criterio porque es un lugar perfecto para descubrir.

Recientemente yo he viajado a San Sebastián en tren porque, aunque tengo coche propio, este medio de transporte también me parece muy cómodo si el plan consiste básicamente en recorrer la ciudad de cabo a rabo. Aunque hay numerosas alternativas para alojarse, yo os invito a hospedaros en el Hotel Villa Katalina By Intur que ha abierto sus puertas este mismo 2021. La ubicación es excelente, en el corazón de la ciudad, a 100 metros de la Catedral del Buen Pastor.

La ruta por San Sebastián puede partir precisamente de la Catedral del Buen Pastor. Inaugurada en 1897 y de estilo neogótico, el acceso es gratuito así que recomiendo que descubráis su interior donde destacan sus grandes vidrieras de colores. No muy lejos se ubica el Casco Viejo, que es donde antaño se concentraba toda la ciudad y que hoy en día reúne la zona de bares de pintxos por la que tenéis que callejear. Así, tras pasar por el puerto y el Monte Urgull os emplazo a llegar a la Calle 31 de agosto que es una de las más emblemáticas y que se llama así por el incendio de 1813 que arrasó con casi todo.


La parada en el Aquarium también es obligatoria porque exhibe increíbles especies, pero además ofrece interesantes exposiciones sobre la historia naval y pesquera de San Sebastián. En el inicio de la visita además se muestra el esqueleto de una ballena franca de 11 metros, además de extraordinarias reproducciones de navíos históricos a escala y sugerentes colecciones de corales, crustáceos, fósiles y conchas marinas.

Próxima queda también la Basílica de Santa María del Coro que es el edificio religioso que más me gusta de todos los repartidos por esta tierra situada en la costa del golfo de Vizcaya (la Iglesia San Vicente también me encanta). Como detalle, y más allá de comentar que ahora mismo se puede contemplar un precioso belén napolitano, quiero subrayar que el arquitecto Diego de Villanueva realizó en el siglo XVIII el retablo central dedicado a la Virgen del Coro y a San Sebastián, los dos patrones de Donostia.

Muy cerca del Caso Viejo os topareis con otros edificios ilustres como el Ayuntamiento, que está pegado a los Jardines de Alderdi Eder donde se ubica la noria de 36 metros más fotografiada de la ciudad. El 20 de enero de 1947 este espacio se convirtió en la Casa Consistorial tras cambiar su sede de la Plaza de la Constitución. Asimismo, merece la pena pagar la entrada del Museo de San Telmo para conocer más sobre la historia y cultura vasca.

En cuanto a las plazas que se distribuyen por San Sebastián quiero mencionar especialmente la Plaza de la Constitución que, salvando las distancias, me recuerda a la icónica Plaza Mayor de Madrid con sus soportales y su forma cuadrada. Asimismo, también me gusta la Plaza de Gipuzkoa que, actualmente, alberga un belén enorme, y que está presidido por el edificio de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Dejando atrás el Casco Viejo, empezaréis a oler a mar: es la playa de La Concha que llega hasta la playa de Ondarreta. Es un paseo muy bonito y típico de hacer en el que seguramente os pase como a mí y mantendréis vuestra mirada fija en la Isla Santa Clara. Durante el recorrido atravesaréis el túnel de Miramar del artista Víctor Goikoetxea, decorado con motivos acuáticos, y encontraréis el Palacio de Miramar que, aunque no está abierto al público, al menos permiten dar una vuelta por los jardines de alrededor. Como curiosidad, este palacio se convirtió en la residencia de veraneo de la reina María Cristina, Alfonso XIII y Juan Carlos de Borbón.

Si llegáis hasta el final -deberíais- descubriréis las tres esculturas de acero de Eduardo Chillida conocidas como El Peine del Viento. Una vez tomada la fotografía de turno, os emplazo a ascender hasta el Monte Igueldo donde hay una bella panorámica de toda la ciudad. Se trata de uno de los emblemas de San Sebastián al que se puede ascender en funicular. Merece la pena sobre todo si viajáis con niños porque en la cima se ubica el Parque de Atracciones Monte Igueldo.


Adentrándoos un poco más en la ciudad, pero aún muy pegados al mar, os recomiendo dar un paseo por la gran avenida, hallando la zona más comercial y moderna donde se centralizan una gran variedad de tiendas con las mejores firmas internacionales. También podéis recorrer Amara y, especialmente, Gros que es la zona que queda al otro lado del puente. Es un barrio muy chulo tipo Malasaña de Madrid donde se ubica el Palacio de Congresos y Auditorio Kursaal que es donde se celebran los Premios de Cine de San Sebastián. Asimismo, conecta con la playa de Zurriola donde tendréis vistas muy bonitas al atardecer.

En cuanto a comer bien en San Sebastián os diré que es bastante fácil, os recomiendo probar diferentes pintxos puesto que hay muchos sitios que se os hará la boca agua ya desde la entrada (estas exquisiteces se exponen en las vitrinas de las barras de los bares). Alrededor del Mercado de la Bretxa encontraréis un montón de alternativas. Os podéis pedir los que queráis que al final se pagan todos junto la consumición. Es muy entretenido pasarse un rato decidiendo por unos o por otros. A mí los establecimientos que más me gustan son el bar La Espiga (¡riquísima su tortilla de patatas!), en la calle San Marcial número 48, y el Bar Martínez, ubicado en la Calle 31 de agosto. La comida se puede completar con un delicioso postre disponible en las pastelerías: el pastel vasco.

Como consejo, llevad paraguas y chubasquero ya que San Sebastián es una ciudad en la que prácticamente siempre llueve. Aun así, es parte del encanto de la ciudad que no luciría así de verde si sus habitantes no se pasaran calados cada día.

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