Crónica: exposición “La ciencia de Pixar”

Una mirada interactiva al arte de la animación 

Pixar no pasa de moda. Tras la buena acogida de la exposición Mundo Pixar en el recinto ferial de Ifema Madrid, ahora tenemos la oportunidad de descubrir en CaixaForum mucho más acerca de las películas más conocidas de la filial de The Walt Disney Company. Concretamente la muestra La ciencia de Pixar nos adentra en los ochos pasos del proceso creativo de cintas tan populares como “Toy Story”, “Los Increíbles” o “Brave”. Y lo hace a través de una mirada interactiva y didáctica muy interesante, consiguiendo atrapar al público más especializado, pero también a niños y, por supuesto, a los fans acérrimos. Este plan se podrá disfrutar en la capital hasta el 8 de septiembre ya que después la exhibición continuará su recorrido en Lisboa (Portugal).

En rueda de prensa Javier Hidalgo, jefe de exposiciones de ciencia de la Fundación la Caixa, ya nos destacó a los medios de comunicación que “La ciencia de Pixar es una exposición única”. Y vaya si lo es pues esta muestra nos permite descubrir la tecnología, la ingeniería y las matemáticas detrás de los títulos más célebres del destacado estudio cinematográfico de animación. De hecho, como bien apostilló Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación la Caixa, se incorporan «anécdotas que nos van a hacer sonreír. Vamos a tener la sensación de estar dentro de las películas». Algo que resulta muy gratificante pues si bien los menores se llevarán a casa conceptos muy utilizados entre artistas de la industria, los adultos podremos realizar un viaje fascinante a la ciencia detrás de la animación y comprender el motivo de por qué, por ejemplo, en “Ratatouille” se percibe el olor.

Este recorrido del boceto a la pantalla ha sido creado por el Museum of Science de Boston, en colaboración con Pixar Animation Studios, y es eminentemente interactivo hasta el punto de que propone varias actividades prácticas y multimedia que permiten a los visitantes experimentar de primera mano las técnicas utilizadas por los profesionales. Por ejemplo, podéis probar cómo se diseñan y animan personajes, así como acercaros al complejo uso de la física y la luz para crear los diferentes escenarios. Esta interactividad en la exposición consigue que el aprendizaje sea entretenido a la vez que permite apreciar el nivel de detalle que cada película requiere.

La ciencia de Pixar está dividida en ocho ámbitos que se corresponden a cada uno de los pasos del proceso que utiliza Pixar para convertir una idea en una película: modelado, rigging (hace referencia al desarrollo de los huesos, músculos y articulaciones), superficies, escenarios, animación, simulación, iluminación y renderización. Lo que más me ha llamado la atención de este desarrollo es comprobar cómo las expresiones faciales de un personaje como la vaquera Jessie pueden generar diferentes emociones en el mismo. ¡Con solo cambiar la forma de las cejas o de los párpados! Asimismo, me ha sorprendido ver la importancia que tiene en cada historia el movimiento de la cámara y el tipo de lente. Para ello, los visitantes podemos sumergirnos en “Bichos”.

Cabe subrayar que durante la muestra os toparéis con recreaciones a escala humana de algunos de los personajes más inolvidables de Pixar, como Buzz Lightyear, Dory, Mike y Sulley o Edna Moda. Quizás estas reproducciones sean las más instagrameables, pero de esta muestra yo me quedo con el valor que se les otorga a los animadores que, al fin y al cabo, son los verdaderos actores en las películas de animación de Pixar pues permanecen muy atentos a cómo se mueve todo en la vida real para luego implementarlo en el mundo virtual. Así, nos hacemos una idea de la envergadura de su trabajo animando el brazo de Mike Wazowski como si estuviera saludando a la vez que nos adentramos en el stop-motion (la animación fotograma a fotograma​) creando nuestro propio clip con la icónica lámpara del logo de Pixar.

En resumen, La ciencia de Pixar es más que una simple exposición: es una fusión entre arte y tecnología que nos descubre un montón de secretos en este behind the scenes. Un viaje al corazón de las películas que me ha asombrado porque ahonda en el punto de vista menos conocido (el técnico) y nos revela la pregunta del millón: cómo es posible empatizar con un personaje de ficción, ya sea objeto o persona.

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