Monstruos de la diversión
PAULA OLVERA- Hacer reír al público me parece una de las acciones más complicadas para ejecutar desde un escenario así que Pablo de los Reyes y Rafa Alarcón se han ganado mi completa admiración tras demostrar su capacidad para conectar en vivo con los asistentes. El pasado 11 y 12 de febrero estos monologuistas actuaron en el Teatro Olympia de Valencia con su monólogo “AntiSanValentín” que esta misma semana, nada más y nada menos que el 14 (Día de los Enamorados), también ha tenido su parada en el Teatro Alcázar de Madrid. Se trata de un espectáculo irreverente para disfrutar con o sin pareja en el que se combinan reflexiones, juegos interactivos con los espectadores, concursos y muchas sorpresas que solo podréis descubrir si apostáis por esta función.
Soy de las que opina que enganchan mucho más aquellos
títulos que arrancan de forma fastuosa o interpelando a los asistentes que esos
otros que corren el riesgo de guardarse un as bajo la manga para sorprender a
los presentes a medida que avanza la representación. “AntiSanValentín” consigue precisamente atrapar a los espectadores en
el primer minuto y esto es algo que resulta clave para el éxito del monólogo.
En cuanto suena la música, nadie en el teatro permanece indiferente. Todo lo
contrario. Crece la expectación por conocer los chistes y ocurrencias de Pablo
de los Reyes y Rafa Alarcón.
Se nota que los dos cómicos cuentan
con cientos de actuaciones a sus espaldas, dicho de otra manera, que llevan muchos
años haciendo reír al público con sus monólogos. De hecho, ambos forman parte
de Valencia Comedy que nace con el objetivo de reunir a los mejores
monologuistas de la Comunidad Valenciana. Su
implicación llama mucho la atención y refleja cómo, en la actualidad, hacer
reír al público sin ofender al tratar cuestiones relacionadas con el sexo, la
política o la religión es harto complicado. Aunque considero que hay
instantes en los que recurren a tópicos muy manidos y que, en estos tiempos donde
impera lo políticamente correcto, deberían reinventar ciertas frases para que
nadie les pueda tirar de las orejas por racistas o discriminatorias, lo cierto
es que logran la carcajada de los presentes sin que sus palabras se perciban
como una burla.
Tanto Pablo de los Reyes como Rafa Alarcón se valen de que las nuevas generaciones tenemos
un sentido del humor diferente y la mente mucho más abierta, con todo y con
eso, su monólogo puede generar cierta susceptibilidad o incomodidad puesto que
hay gente que directamente no entiende la esencia de la comedia y que puede
incluso acudir con pareja y acabar la representación sin ella.
“AntiSanValentín”
se divide en dos partes con Pablo de los Reyes apostando primeramente por un
humor controversial. Sus reflexiones están enfocadas a un público
de mediana edad que se siente muy identificado, por ejemplo, con las compras interminables
en Primark e Ikea. Pese a que se aprecia que este humorista lleva más de tres
décadas haciendo reír a los demás, colaborando con diversos programas de radio
y televisión a nivel nacional como “En el aire” de Andreu Buenafuente, creo que
su mensaje cala más cuando se ríe de su sexo que cuando ahonda en el universo
femenino o menciona a determinados colectivos.
Ahora bien, aunque Rafa Alarcón también realiza su monólogo
con más o menos acierto, es este actor, cómico, presentador y showman con más
de 12 años de experiencia profesional quien consigue con su humor canalla y
directo, y con su desparpajo natural, sorprender a los espectadores y hacerles
protagonistas de la función. Desde luego, el
valenciano es un auténtico maestro en interactuar con el público y generar buen
rollo en el patio de butacas. No solo pregunta con soltura cuántas personas
han sufrido una infidelidad e intenta poner remedio a tal deslealtad, sino que
perpetra una sucesión de sorpresas. La más original para mi gusto es que invoque
el amor sobre el escenario con su papel de celestino. Quién sabe si su gracia
causará el efecto deseado, desde luego, tengo claro por mi propia experiencia
que la persona para compartir tu vida puede aparecer en el momento y lugar menos
esperado.
De todos modos, “AntiSanValentín”
es un asombro constante puesto que también se rifa un Satisfyer entre los
asistentes y os aseguro que os vais a reír mucho con las bases tan surrealistas
del sorteo. Por eso, os recomiendo que si queréis ver en acción a estos dos
monstruos de la diversión vayáis con ganas de pasarlo bien y que dejéis la vergüenza
en casa porque se trata de una función muy participativa. Es más, se trata de
una representación inigualable pues se basa mucho en la improvisación con
asistentes muy variopintos.
En definitiva, aunque el público se lleva el mérito de la mitad del espectáculo, Pablo de los Reyes y Rafa Alarcón cometen un gran trabajo al recurrir a la creatividad y observar la situación como si ellos mismos fueran dos espectadores más.
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