Crítica: obra “Casi protagonista”

Una comedia fresca y diferente llena de ingredientes inesperados

RAQUEL MORENO- En estos tiempos que corren donde la risa es más necesaria que nunca, da una alegría mayúscula descubrir pequeñas piezas teatrales que te prometen y te aseguran unas cuantas carcajadas. Con una puesta en escena sencilla, sin cambios de atrezo en el escenario y solo dos actores, se puede obtener mucho juego y configurar una historia que incluya algunos giros de guion como es el caso que nos atañe. “Casi protagonista” nos presenta un relato a priori concreto pero que si lo extrapolamos es muy posible que muchas personas se sientan identificadas con él. Y es que desde la comedia se puede abordar temas complejos sin que resulten pesados, tediosos o aburridos. La función podrá disfrutarse todos los viernes a las 19:30 horas en el SOJO Laboratorio Teatral hasta el próximo 29 de abril.

“Casi protagonista” nos trae la vida de Julia Arranz, una actriz de capa caída cuya representante no es capaz de conseguirle ningún papel principal, tan solo un personaje poco más que figurante con un par de frases. Se encuentra algo baja de moral, entre resentida, triste y añorando los tiempos en los que era prácticamente protagonista de varias series y películas. Mientras trata de convencer a su agente de que luche más por ella llaman a la puerta y conoce a Miguel, un vendedor de tarifas móviles novato que pone mucho empeño en su trabajo. Pero es que Miguel posee además un don especial, un tanto paranormal, que conseguirá sin proponérselo poner todo patas arriba.

Bajo esta premisa arranca la obra “Casi protagonista”, que trata de ahondar en cuestiones tan universales como lo es perseguir tus sueños y cómo sobreponerse cuando no los alcanzas. Porque admitámoslo, no todos nuestros objetivos se cumplen y aunque es muy bonita la imagen marketiniana donde se nos presenta a gente lográndolo, en la vida real no siempre sucede y desde luego no es nada fácil asimilar esos fracasos. Está claro que hay algunas metas más sencillas de conseguir que otras y algunas profesiones con más salidas que el resto. De hecho, donde la competencia es mayor resulta mucho más difícil vivir de ellas porque, como le pasa a nuestra casi protagonista, en ciertas ramas laborales no solo basta con entrar, sino que también tienes que mantenerte. Y ello sin tener en cuenta que, viviendo en una sociedad machista, todavía cuentas con un plus mayor de dificultad por ser mujer fuera de la edad y del canon de belleza establecido. Cómo si no estuviese complicado ya de por sí.

Pero a pesar de la profundidad de la materia, “Casi protagonista” es una comedia así que no esperéis derrochar lágrimas o salir del teatro con un mal sabor de boca, todo lo contrario. La historia consigue darle la vuelta a la tortilla y llevarse la trama por los derroteros de un humor mayoritariamente bien llevado. Con una telenovela de por medio, los actores demostrarán diferentes registros y nos presentarán a distintos personajes desternillantes logrados con pequeños cambios. Hasta habrá canciones y una mágica sorpresa de la que el público será partícipe.

Sin duda una de las mejores bazas de la obra son las actuaciones de sus dos protagonistas que bordan los distintos papeles que desempeñan con características muy diferentes entre sí. Mónica García-Ferreras, además de ser la actriz principal, también es la compositora de las letras musicales y la coautora de la dramaturgia junto al encargado de la dirección Luis García-Ferreras. El reparto es completado por el actor Pablo Remiseiro.

Tras la originalidad del guion de “Casi protagonista” y las curiosas vueltas que da me esperaba un final diferente, que no por ello es mal final, simplemente menos llamativo, aunque no dudo de que mucha gente quede encantada con él pues es una bonita forma de acabar cualquier historia. Desde luego deja una buena sensación y aporta una gran dosis de carcajadas limpias.

Si bien es cierto que algún gag se hace algo pesado por repetición o es perfectamente omisible (un humor que tenía mucho tirón en los noventa como estereotipar ciertos rasgos raciales quizá ahora se haya quedado un poco obsoleto), en general se trata de una función encantadora, tierna y verdaderamente divertida. Producción pequeña pero muy entretenida demostrando que lo sencillo puede ser a veces incluso más eficiente y acertado que algunos grandes y pomposos espectáculos.