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martes, 7 de septiembre de 2021

Crítica: obra “¡Oh, mami!”

¿Os hace un cupcake de arándanos?

RAQUEL MORENO-Es increíble la cantidad de situaciones curiosas que se pueden recrear con una pastelería como único telón de fondo. Sin necesidad de cambiar el escenario, con unos personajes pintorescos, ingeniosos diálogos y un guion sólidamente construido, son ingredientes férreos para meter al público en el bolsillo durante la hora y media que dura la función. Entretenida y divertida como ella sola, “¡Oh, mami!” os cautivará con su transgresora historia prácticamente de principio a fin. Y todo ello sin olvidarnos de su acertado reparto encabezado por los actores Octavi Pujades y Miriam Hernández, además de Betsy Turnez o Joana Vilapuig entre otros. Esta indispensable obra para todos los amantes de la carcajada limpia se podrá disfrutar en el Teatro Amaya de miércoles a domingo hasta el próximo 7 de noviembre.

Con un marcado corte femenino, la narrativa de “¡Oh, mami!” se centra en tres mujeres amigas que deciden abrir un negocio de cupcakes. Pero el inicio no es demasiado bueno y ante la falta de clientes toman un rumbo inesperado: montar en la trastienda un servicio especial de masajes íntimos. Y esto provoca no solo que haya un continuo trasiego de gente por su particular pastelería, también una serie de enredos y malentendidos (a veces simplones que no por ello menos graciosos). El buen hacer siempre cala en el espectador incluso cuando la broma se siente notablemente recurrida, y aún con todo uno no puede parar de reír, síntoma sin duda del éxito de esta comedia atrevida.

Nuestras tres protagonistas son madres, amas de casa y trabajadoras en la pastelería a tiempo completo poniendo de relieve que, aunque aparentemente la sociedad está cambiando, la mujer a efectos prácticos se sigue ocupando mayoritariamente de la familia y el hogar. Eso sí, con el añadido de que ahora además también formamos parte del mercado laboral.

Por lo menos parece que algunos hombres (todavía los menos) comparten estas tareas domésticas, como es el caso del director de la obra Oriol Vila a quien se le ocurrió la historia tras ser padre. Por ello decidió exponer estas premisas tan de actualidad sobre la mesa con la creación de “¡Oh, mami!” donde las tres mujeres se revelan contra los patrones establecidos al convertirse en las dueñas de un negocio tabú como es el disfrute de la sexualidad femenina por todo lo alto. Cada una de ellas con una personalidad muy definida, y totalmente opuestas entre sí, llegan a la conclusión a destiempo de que para ofertar un servicio deben probarlo primero y sin pensar en las consecuencias que marca el patriarcalismo.

Todo ello contado desde el prisma del humor más travieso. Siempre son interesantes el uso de gags que se convierten en emblemas de la trama como por ejemplo la pregunta clave para saber si las clientas quieren contratar el servicio especial: “¿Quiere un cupcake de arándanos o de frambuesa?” a lo que deben responder siempre que arándanos. O el gesto de enseñar las palmas de las manos abiertas con los brazos levantados mientras dicen “no llevo armas”, frase que utilizarán en más de una ocasión y con motivos distintos. Llamativo no deja de ser, por último, los tintes de humor absurdo que introducen de vez en cuando sin venir a cuento para sacar una sonrisa hasta al más despistado de la sala, pues no todos los días se ve a una monja en patinete paseando como si tal cosa.

La pastelería “¡Oh, mami!” os espera a todos para pasar unos noventa minutos en los que no podréis para de reír con la dulce reivindicación de esta feminista y alocada historia. Una comedia de enredo donde los cupcakes de arándanos sabrán calurosa e intensamente deliciosos.

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