Crítica: Family Feud

El único pecado de "Family Feud"

PAULA OLVERA-El pasado 30 de julio Antena 3 estrenó en el prime time del viernes “Family Feud: la batalla de los famosos”. Y tras cuatro entregas emitidas me declaro fan incondicional de este concurso presentado por Nuria Roca. En este verano tan aburrido, televisivamente hablando, este programa aporta frescura a la parrilla de contenidos y entretenimiento para toda la familia. Sin embargo, tengo que poner un pero puesto que el formato sigue una tendencia que, bajo mi punto de vista, se pasa de divertida a incómoda por el público que le rodea. Y es que las preguntas que formula la presentadora a veces están de más y chocan en un formato familiar. Sin ir más lejos, con la última emisión se ha armado gorda en la red con una cuestión que sobraba por el hecho de dar pie a perpetuar estereotipos.

Antena 3 ha atinado con la adaptación de “Celebrity Family Feud”, diseñando un espectacular show que envuelve de risas los hogares. El programa desembarcó en la cadena de San Sebastián de los Reyes con un aceptable 13% de cuota de pantalla y 1.410.000 espectadores. Y aunque el share de las siguientes entregas no es para tirar cohetes (11,3%, 13,6%, 12%) –media España está disfrutando de sus vacaciones-, la verdad es que el formato ha recibido una buena acogida en las redes sociales. Ya durante el estreno unos cuántos espectadores nos hacíamos eco en la red del pájaro azul del gran acierto de fichar como maestra de ceremonias a Nuria Roca quien, tras sustituir a Pablo Motos en “El Hormiguero” el pasado mes de febrero, está experimentado una merecida segunda juventud profesional. Pero es que además esta nueva apuesta en sí resulta perfecta para una noche como la del viernes por lo que “Family Feud” se ha convertido en un gran sí, en un concurso muy entretenido que hacía falta en la televisión actual.

Si bien “Family Feud” ha superado mis expectativas y ha conseguido mantenerme pegada al televisor, tengo que confesar que algunas de las preguntas que lanza Nuria Roca me dejan patidifusa. Y creo que no soy la única que, tras ver cada entrega acompañada de los peques de la casa, se ha quedado a cuadros con determinadas cuestiones planteadas en plató. Vaya por delante que no quiero pecar de moralista, y más sabiendo que junto a la competición el humor es la principal seña de identidad de este formato, pero me vengo fijando que se recurre a preguntar a los famosos sobre cuestiones relacionadas con el sexo. ¡Y ya es muy cantoso!

“Family Feud” enfrenta a dos equipos de televisivos que mantienen una conexión entre ellos y que deben adivinar las respuestas más populares que 100 personas han dado a preguntas de todo tipo. Es decir, no hay respuestas incorrectas, pero la gracia está en descubrir las más comunes para obtener los puntos y pasar a una ronda final en la que uno de los grupos de famosos batalla por el premio económico que se destina a una asociación benéfica (otro de los atinos del programa, por cierto).

Pues bien, esta inclinación hacia las preguntas picantes, aunque sin mala intención, de la que hablo ya se apreció en el debut del programa que contó con Arturo Valls, Javier Calvo, Javier Ambrossi, Paz Vega y José Mota (maestro de ceremonias e investigadores de “Mask Singer: adivina quién canta”) enfrentándose a Manel Fuentes, Carlos Latre, Chenoa, Lolita y Àngel Llàcer (presentador y jurado de “Tu cara me suena”). Nuria Roca reclamó a los participantes las respuestas más frecuentes a la pregunta “¿Qué harías si tu pareja ronca?” y, seguidamente, a la de “Nombra una situación en la que te pondrías una máscara”. Hasta aquí todo correcto.

Sin embargo, esta primera entrega subió de tono y Nuria Roca saltó con una pregunta que yo al menos no me esperaba: “Nombra una comida sexy que podrías poner en el cuerpo de tu pareja para juguetear”. Claro que mi sorpresa resultó mayúscula cuando otro de los planteamientos se centraba en nombrar “un lugar en el que es incómodo hacer el amor”. Unas cuestiones que, obviamente, desataron el ingenio en el plató y que provocaron grandes momentos televisivos pero que a la vez pueden sonar un tanto incómodas cuando tienes delante a niños que también están jugando a acertar las respuestas de un concurso que invita precisamente a que toda la familia se estruje los sesos.

En mi opinión, éste es el único pecado de “Family Feud”. El programa me parece puro entretenimiento, muy ameno, y tiene una duración perfecta (no como otros espacios televisivos que se alargan hasta bien entrada la madrugada), pero tiende a irse por los cerros de Úbeda. Porque las cuestiones por así decir verdes también han estado presentes en las siguientes entregas, emitidas el 6, 13 y 20 de agosto respectivamente. En la segunda entrega Nuria Roca pidió a los concursantes que completaran la frase “cuando me besan no me gusta que”, en la tercera que nombraran “una forma de llamar al culo" y que descubrieran “a parte de la berenjena, ¿qué emoji de vegetal tiene un significado sexy?”. Pero es que, además, la polémica ha rodeado la cuarta emisión a raíz de una cuestión machista que ha indignado a la audiencia: "¿Qué uniforme de trabajo te parece más sexy?”. Entre la cuestión, que ya de primeras provoca vergüenza ajena, y las respuestas casposas que desfilaron por el plató, el programa se metió en un berenjenal.

En conclusión, “Family Feud” es el concurso perfecto para el verano por su ágil ritmo y su acertado casting pero flojea en un detalle inesperado.