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sábado, 15 de abril de 2017

Crítica: obra “Annie Jr.”

Un nuevo hogar


PAULA OLVERA- Esta Semana Santa se ha estrenado “Annie Jr.”, un divertido musical creado por Glee Club Paracuellos que está protagonizado exclusivamente por niños. El Teatro Reina Victoria acoge las cuatro y originales funciones de este entrañable clásico basado en la tira cómica “Little Orphan Annie” de Harold Gray que fue publicada por primera vez en 1924, en el periódico neoyorquino Daily News. Las voces prodigiosas de los pequeños artistas, junto con las ingeniosas coreografías que se desarrollan durante los aproximados ochenta minutos de representación, conducen esta trama con un cambio de vestuario y escena impecables. Nos adentramos en una obra familiar donde la presencia del hogar cobra otra dimensión. Y es que la felicidad se puede encontrar donde menos imaginemos.

El ensayo general con público de este musical tuvo lugar el pasado miércoles 12 de abril a las doce y media de la mañana. A esta misma hora se han programado todas y cada una de las representaciones teatrales, un horario perfecto para acudir con menores e inculcarles este arte. Además, esta obra en concreto es doblemente atractiva para los pequeños porque está protagonizada por niños, que posiblemente tengan su misma edad, capaces de cantar y contar verdaderos clásicos. Una alternativa muy divertida y emotiva para estos días de vacaciones escolares y huevos de Pascua por doquier.

A las tablas se suben un total de treinta y cuatro pequeños grandes artistas, con edades comprendidas entre los siete y los diecisiete años, pertenecientes a Glee Club Paracuellos, Asociación Cultural radicada en Paracuellos del Jarama (Madrid), que promueve las artes escénicas entre la población infantil. Resulta muy inspirador descubrir cómo cada uno de estos niños vive y siente el teatro. Su soltura les capacita para interpretar a personajes variopintos, tanto adultos como infantiles, y de diferentes profesiones y clases sociales. Personajes soñadores e intrépidos que hasta en un momento determinado de la función permanecen como estatuas, como si del reto viral Mannequin Challenge se tratara. A su temprana edad se toman muy en serio su actuación y el trabajo en equipo. No obstante, hay tiempo para el disfrute, se nota que para ellos estrenar es parte del juego, una excelente oportunidad para experimentar el arte musical que les corre por las venas.

Esta historia tiene como protagonista a Annie, una pequeña optimista y valiente que quiere descubrir dónde están sus padres y por qué la abandonaron hace años a las puertas de un orfanato neoyorkino. La niña vive junto a otras menores en ese hospicio bajo la tutela de la no muy agradable señorita Hannigan, aunque su suerte cambiará cuando el señor Oliver Warbucks se interesa en ella y decide adoptarla. Este será el principio de un camino que llevará a la chiquilla a encontrar respuestas, recibiendo ayuda hasta del presidente de Estados Unidos. Sin embargo, la recompensa que se promete por dar pistas acerca del paradero de los progenitores de Annie atraerá la atención de los estafadores Rooster y Lily. Afortunadamente, esta versión musical tiene un final bastante alegre para la protagonista que durante toda la representación se verá envuelta en un sinfín de aventuras.

Hay que tener en cuenta que la producción original de esta pieza se estrenó el 10 de agosto de 1976 en el Teatro De La ópera de Goodspeed en East Haddam (Connecticut). Un año después se presentó en Broadway (Nueva York) donde permaneció durante casi seis años en cartel. Tras este éxito, la historia se trasladó a otros países y se adaptó también al cine. Una de las versiones cinematográficas más conocidas es la dirigida por John Huston y protagonizada por Aileen Quinn en el papel principal.

“Annie Jr.”, dirigido por Sonsoles Rodríguez Villar y producido así como coreografiado por Lola Briceño, encandila con su música en directo. A pesar de que los diálogos se desarrollan en castellano, las canciones se interpretan en inglés que es el idioma original del musical. Uno de los números más emblemáticos es “Tomorrow” donde Martina, la pequeña actriz que interpreta a Annie, tiene que controlar a la vez su voz y a un perro perfectamente adiestrado que se convertirá en el foco de atención durante la actuación. “It’s a Hard Knock Life" es otro de los temas más populares que resuena con fuerza en el Reina Victoria acompañado de una divertida coreografía. Y es que en este musical tan coral, el baile es otra de las disciplinas que no se pasa por alto, ¡atentos cuando escuchéis “You're Never Fully Dressed Without A Smile”!

La música y la danza no son los únicos ingredientes que endulzan la obra de esta compañía amateur que ha llegado tan lejos, puesto que el decorado y el vestuario de los intérpretes atraen igualmente la atención de los espectadores. Gracias a estos detalles nos adentrarnos en la ciudad de Nueva York de los años treinta del siglo pasado, en el lujo de los más poderosos, pero también en la mediocridad de aquellos que no corrían el mismo destino. Estos cambios de escena son quizás un tanto flemáticos, ya que se produce hasta un apagón en las tablas para proceder a la modificación de la ornamentación. Estos segundos son valiosos en platea porque se pueden comentar primeras impresiones del espectáculo, aunque también son instantes de pérdida de atención que pueden desubicar principalmente al público más joven que espera impaciente la reanudación de la acción. De cualquier manera, los cambios más considerables sobre el escenario tienen lugar durante el descanso. La obra se prolonga durante más de una hora y la pausa teatral sirve para asir el impulso necesario para cerrar la representación.

Ya tenéis un plan ideal para poner fin en familia a estos días festivos en Madrid, estáis a tiempo de comprar las entradas, ¡este domingo 16 “Annie Jr.” baja el telón en el Teatro Reina Victoria por todo lo alto! Y no es para menos porque nos encontramos ante una mágica historia que generación tras generación ha despertado la curiosidad de niños y adultos. 

1 comentario:

  1. Los niños cantan fenomenal, pero la actuación de los personajes “mayores” deja mucho que desear en cuestión vocalización. No le han enseñado a actuar hablando y eso lo hacen fenomenal en cualquier obra de los colegios niños igual o más pequeños que ellos. La mayoría de las veces no se les entendía ni oía, y eso es una pena, pues la actuación hubiera engrandecido la obra.

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