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miércoles, 17 de septiembre de 2014

Entrevista: Carlos Serrano

“Gracias a esta obra me he metido en ese mundo maravilloso de Vargas Llosa”

AURORA SALVO AMORES – Carlos Serrano es un joven actor que se trasladó de Alicante a Madrid con el objetivo de formarse en la interpretación cuando le aceptaron en la escuela de arte dramático RESAD. Su imagen se ha hecho popular en la pequeña pantalla por su participación en las series “Toledo” y “El secreto de Puente Viejo”. En teatro, tras representar durante varios meses “La casa de huéspedes” en La Trastienda, hoy estrena la función de Mario Vargas Llosa “El loco de los balcones”. Un proyecto con el que se muestra muy ilusionado. Asimismo, este montaje le ha descubierto varios aspectos culturales relacionados con la obra del escritor peruano. El cartel del madrileño Teatro Español acogerá esta producción hasta el próximo 19 de octubre. A continuación, conoceremos un poco mejor a este intérprete, que también es un gran apasionado del Séptimo Arte. 

P: Estuviste matriculado en Periodismo, ¿por qué te atrajo en un principio esta carrera?

R: Supongo que la parte creativa del oficio. Muchos de mis escritores favoritos vienen de ese mundo: García Márquez, Juan José Millás, Kapuscinski… Periodistas con una forma de contar más allá de enumerar datos. De todos modos, me matriculé y sólo fui un día a clase, el de la presentación. Esa misma tarde me llamaron de Madrid para decirme que había sido admitido en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático).

P: ¿Qué te hizo cambiar tu futuro hacia la interpretación?

R: Venía haciendo teatro desde los quince años con una compañía amateur en Alicante. Allí me picó el gusanillo y decidí presentarme a las pruebas de la Escuela en Madrid. No tenía muchas esperanzas y me hice a la idea de estudiar Periodismo en Alicante, pero el destino estuvo fino al hacer ese giro.

P: Participaste en El secreto de Puente Viejo” donde tu rostro se hizo más conocido, ¿cómo se lleva esta atención mediática, sobre todo cuando tu personaje es uno de los villanos de la historia?

R: La atención mediática, a menos que vivas de ella, dura hasta que deja de salir tu cara en la pantalla. A las dos semanas de que mi personaje abandonara la pantalla las señoras del metro dejaron de insultarme. Con todo el respeto del mundo, eso sí.

P: ¿Qué es lo que más te gustaba de tu papel en esta serie?
           
R: He tenido el lujo de poder pasar por un arco enorme del personaje. De cómo empezó, hasta terminar en la cárcel de por vida, ha estado a punto de morir (y matar) muchas veces. Lo que más disfruté fue la etapa en la que su maldad era conocida por el espectador, pero desconocida para los personajes. Maquinaba, movía los hilos a base de estrategias, conspiraba… El Iago de Otelo.

P: Doblaste a uno de los personajes de “El tiempo entre costuras”, ¿qué diferencias encuentras entre doblar y actuar?
           
R: No tienen nada que ver. De todas formas, no me exigían la convención del doblaje. Al ser el único personaje doblado querían algo más directo. Fue reinterpretar el trabajo de Rubén (Cortada) en la sala de doblaje con risas, movimientos, etc.

P: También formaste parte de la película “Mentiras y gordas” con una interpretación secundaria. ¿Qué papel te gustaría recibir para volver a aparecer en la gran pantalla?
           
R: Aquello fue una figuración con frase. Y con muchos nervios. Yo no había hecho nada en absoluto para cámara y Alfonso y David (directores de la película) me dieron la oportunidad de soltar mis forzadas y tímidas primeras frases. ¿Qué papel me gustaría recibir? Cualquiera.


P: ¿Qué nos podrías contar de tu personaje en “El loco de los balcones”?
           
R: Es un personaje muy alejado de lo que he hecho hasta ahora. No más violadores asesinos. Es un niño-bien que entra en escena, se enamora, es feliz, sonriente. Por su estilo de vida no conoce el fracaso y eso le permite un optimismo fantástico, ¡es entrar en escena para ser feliz! Un lujo, vamos…

P: ¿Cómo te has preparado este papel?
           
R: Cuando lo leí pensé que me sería fácil y cercano, y ha acabado siendo todo lo contrario. Ahora, a diez días del estreno, empiezo a sentirme capaz de disfrutar con el personaje en el escenario. Pero ha sido un proceso muy lento, con algún momento de olvidar lo trabajado y empezar de cero.

P: ¿Conocías esta obra de Mario Vargas Llosa?

R: No. Gracias a ella me he metido en ese mundo maravilloso de Vargas Llosa. Acabo de terminar “La ciudad y los perros”. He descubierto a través del autor una mínima parte de la inmensa cultura peruana, su música, los valses criollos, Lima,… ¡y los balcones!

P: ¿Qué representa para ti participar en esta función?

R: Es mi primera vez en un teatro así y con un personaje más o menos importante.  Soy el novato y me estreno en el Teatro Español, nada menos. El otro día me escapé después de un ensayo para colarme en la sala. El teatro ha tenido remodelaciones a lo largo de la Historia, pero el lugar del escenario siempre ha sido el mismo. Ahí ha leído Lorca, estrenó Valle-Inclán, Lope de Vega,… es algo casi imposible de creer. El otro día leí que es el teatro en activo con programación de temporada más antiguo del mundo.

P: ¿Los temas que refleja esta obra se podrían trasladar a la actualidad?

R: Es que son actuales. Estamos hablando de no enterrar el pasado. De conocerlo y aprender de él. De sus errores, de sus aciertos. De cómo hemos llegado a unos y otros. También habla de luchar por los ideales en los que uno cree. No dejarse llevar por la desidia y seguir adelante.

P: El protagonista de la obra, Aldo Brunelli (interpretado por José Sacristán), defiende a toda costa la conservación de los balcones coloniales. A nivel personal, ¿en qué causa te implicarías tanto, salvando las distancias, como este personaje?

R: Me pone de muy mala leche el trato que se le da a la cultura. Ya sabemos que el patio está mal, pero que no se utilice esta situación para acabar con aquello que ayuda a la gente a pensar, a emocionarse por unas horas o a creer que otra forma de vivir es posible. Hay tantas causas injustas que entregarse a una puede sonar absurdo. Uno no puede acabar con el hambre en Mozambique por la mañana y con la guerra de Sudán por la tarde. Lo que no debemos de hacer es dejar de informarnos. Saber cómo está el panorama, y los porqués. Que no nos tomen el pelo.

P: “El loco de los balcones” va a estar en el cartel del Teatro Español del 17 de septiembre al 19 de octubre. Si funciona bien, ¿habría posibilidad de prorrogarla?
           
R: No. El programa está cerrado y viene otro montaje justo detrás de nosotros.

P: Tu anterior trabajo fue “La Casa de Huéspedes”. ¿Consideras que esta forma alternativa de hacer teatro tiene más impacto en el público?

R: Sí, pero hay que estar ahí y darse a conocer. Es complicado conseguir un público sin los medios de una sala grande, sin un gran presupuesto destinado a publicidad. Era fantástico ver cómo se llenaba la sala día tras día, y mejor aún, cómo se llenaba de gente que ni siquiera era asidua a los teatros. Es emocionante conseguir que alguien sin un interés especial por este mundo venga hasta una sala pequeña y salga encantada.

P: En 2013 participaste en el corto “Ejecución” que trataba de forma bastante directa el tema de los desahucios, ¿crees que hacen falta más producciones tan reales como esta que ayuden a concienciar a la población sobre los problemas sociales?

R: Es complicado fiarse de los medios de comunicación para conocer los problemas sociales. Cada uno tiene su propia línea ideológica y su forma de contarlos. En muchos casos, son ignorados. Si se puede hacer hincapié, poner un granito de arena para dar a conocerlos mejor que mejor. Trabajamos en algo que tiene que ver con la búsqueda de la empatía, con emociones, con hacer comprender… eso lo convierte en un buen medio para que el público sea consciente de algunos temas que son ignorados por los medios de masas. 

P: Eres bastante activo en Twitter, ¿qué suponen las redes sociales para un actor?

R: Con las redes sociales tengo una relación de amor-odio que no sé yo cuánto va a durar. Cada vez me planteo más cerrar la cuenta en Twitter. Un día de estos.

P: Hemos visto en alguna entrevista que eres un gran aficionado al cine, ¿qué te aporta a nivel personal?

R: Soy un cinépata obsesivo. Me aporta historias, vidas por vivir, entretenimiento, emociones y aprendizaje. Últimamente voy a una o dos películas por día. Hay mucho por ver.

P: Además de “El loco de los balcones”, ¿tienes algún otro proyecto a corto plazo?

R: Exprimirle el jugo a este mes de funciones. Por ahora, tengo la cabeza en esto.

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