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miércoles, 26 de febrero de 2014

Crítica: obra “The Hole 2”

"Para salir del agujero, hay que entrar

 en el agujero"


PAULA OLVERA- El espectáculo más atrevido de la cartelera madrileña invita a los espectadores a una gran fiesta en el Teatro La Latina. Una función donde los prejuicios se consideran personas non gratas y no existe un momento de tranquilidad, ni siquiera en los momentos previos al comienzo de la obra o en el descanso de ésta. La diversión y el desenfreno no dan un solo segundo de tregua y el público en todo momento es una parte más de un fascinante montaje que deslumbra de principio a fin con una impecable puesta en escena. Alex O’Dogherty es el maestro de ceremonias de esta explosión de música, sensualidad y magia que no deja indiferente a nadie y que consigue que esa emoción chispeante dure hasta el día siguiente.


Tras el exitoso recibimiento de “The Hole” (El Agujero) capitaneado por Paco León, el Teatro La Latina acoge de martes a domingo un show en toda regla. En esta ocasión, Alex O´Dogherty es quien se pone al frente de este agujero del que no piensa salir. O cómo dice él, “si sales, es para entrar, salir, entrar…” Acostumbrados a verle en cine y televisión, Alex mostrará una faceta algo distinta: descarado, pero sobre todo muy provocativo. Aquí, Alex se muestra libre, puede hacer prácticamente todo lo que quiera, improvisar en cada momento. Y es que la estructura es totalmente abierta, aunque muy bien trazada. Se nota que todos se sienten como pez en el agua.

El eje del espectáculo se centra en la relación del maestro de ceremonias con un personaje algo peculiar. Poco a poco, el espectador va descubriendo un triángulo amoroso que está en todo momento acompañado por números musicales y circenses, alguno de los cuales dejará a los presentes con los pelos de punta. Tampoco podía faltar el cabaret y la magia, que aportan a “The Hole 2” todo lo necesario para convertirse en un espectáculo que rompe moldes.

No tengan miedo a sumergirse en un agujero que les llevará hasta los bajos fondos de las emociones políticamente incorrectas. El mismo cartel de la obra que adorna el teatro ya es una declaración de intenciones de lo que se va a vivir en el interior. Se trata de un ambiente provocativo y sensual del que todos los presentes se contagian, eso sí, la vergüenza y los reparos se tienen que quedar en casa. Pasen, vean, pero sobre todo escuchen los guiones que han sido creados para la ocasión, ya que en la mayor parte del argumento encontrarán la chispa que les llevará a actuar de una forma que ni ustedes mismos se imaginaban al inicio del show.


Esta obra hace ver a los asistentes que los complejos y convencionalismos sociales consiguen retraer una parte de nosotros que se liberará en estas tres horas de inagotable desenfreno. Casi seguro, que una importante parte del público tras este espectáculo conseguirá seguir en ese agujero de naturalidad y libre expresión; irremediablemente no verá algunas cosas con los mismos ojos que cuando entró. Y es que a veces, la simple provocación de unos actores, hace cambiar el modo de pensar y actuar. Para conseguir esto, la función cuenta con excelentes profesionales que se convierten en camaleones que se adaptan a cada función y a cada público. Bajo la dirección de Víctor Conde, el equipo consigue que los espectadores además de pasar un buen rato, se conviertan en un personaje más. Esto se logra gracias al feedback que está patente desde antes del inicio de la obra por parte incluso de los camareros. Asimismo, las redes sociales juegan un papel importante ya que se crea un hashtag (#sitetocotumetocas) que dará mucho que hablar. Igual importancia tiene la aplicación para dispositivos móviles que los espectadores pueden tener a su alcance fácilmente para poder estar informados de todo lo referido al fenómeno “The Hole 2”.


En los tiempos que corren, la cultura, la música e incluso la diversión están en crisis, pero este show pretende recuperar todo aquello que parece que hemos perdido. La ambientación consigue trasladar a los presentes a un club nocturno, propio de las mejores salas de La Belle Époque de Montmartre, un lugar donde se olvidarán de todo por unas horas y únicamente se centrarán en disfrutar. La música en directo será el broche para convertir “The Hole 2” en un espectáculo fresco y descarado donde la espontaneidad guía el argumento. Aunque se lo contemos tienen que ir a verlo. Una única recomendación, ¡no lleguen a la hora justa a la función! 

5 comentarios:

  1. Muy aburrido. Chistes viejos y manidos, bailes anecdóticos y malos. No lo recomiendo.

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  2. Los comentarios anteriores no coinciden con la valoración de la periodista. Mi valoracion tampoco.

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  3. Una primera parte sublime y una correcta segunda hace im espectáculo digno de verse.

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  4. Muy muy predecible , nada que nuevo ... si algo funciona xq no repetirlo ... sencillo las mismas bromas acaban dejando de tener gracia.

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